jueves, 17 de septiembre de 2009


Globalización: lo que debemos saber
por Donald Bone Bonilla / publicado en El Nuevo Diario
Muchos de los adalides de la globalización escriben artículos que describen sólo las supuestas bondades de la globalización en su forma actual. Ellos la describen como perfecta, pulcra y sin mancha.
La globalización de la producción y el capital es el resultado del desarrollo de los factores de producción (mano de obra y capital) como consecuencia del desarrollo tecnológico y las ciencias (comunicación, transporte, educación, etc.). Es un proceso inevitable en el desarrollo de la humanidad como la revolución industrial a mediado del siglo XVIII y la segunda revolución industrial del siglo XIX.
Como en la revolución industrial, así también en la globalización, ésta es enteramente aprovechada sólo por los países con alto desarrollo industrial y tecnológico. Los países que van a la zaga son los que menos se pueden usufructuar del cambio. Dicho en otra forma, la globalización en su forma actual genera diferentes cambios en los diferentes países de acuerdo al grado de desarrollo de cada país.
El desarrollo de los factores de producción trae consigo nuevas reglas de producción e intercambio. Estas nuevas relaciones de producción e intercambio deberían ser el consenso global de los países involucrados y no el consenso de Washington, de la Organización Mundial del Comercio (OMC) o del Banco Mundial (BM). Los gobiernos deben de dictar sus leyes y sus políticas económicas y sociales en concordancia a los intereses de su sociedad.
Esta es una falla garrafal de la actual forma de globalización. Las reglas las establece la OMC en favor de los intereses de las grandes corporaciones. Ejemplos evidentes son las normativas de la propiedad intelectual y la prohibición de exigir transferencia de tecnología a las industrias extranjeras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario